- Paso a paso, manten la calma...
Esa misma frase retumba en mi cabeza todos los días desde varios meses atrás, por supuesto, hace desaparecer cualquier paz, porque vivo esperando los resultados del proceso más largo de la vida: el olvido.
Pero olvidar no es fácil, es más, nunca se olvida. Logras dejar atrás aquello que te causa dolor o ansiedad, pero una vez algo te marca para siempre, se adhiere a tu piel y queda tatuado en tu alma, son fantasmas que nunca se van, aprendemos a vivir con ellos.
- Ha pasado mucho tiempo ya, ¿por qué sigues esperando?...
No sólo lo escucho en otras voces, en mi cabeza todos los días, desde aquel día se repite la misma frase, como la canción de moda se repite en la radio; fíjate, la relación entre ambas es que no tienen sentido y entre menos argumento tienen, logran permanecer mucho más en el ranking de puta mierda que es sacar algo de la cabeza.
Le conté mi pena al viento para ver si de alguna manera se llevaba este dolor y aunque una parte se ha ido, no es tan fácil amor. Tus recuerdos siguen acá conmigo, acribillando en mis silencios, quemandome los huesos y aunque no entiendo nada, a veces es mejor no saber nada. Ya no vale de nada mentir, sé que te extraño cada noche, cada día, extraño tu voz, tu risa y aquellos ojos que alguna vez me miraron con tanto amor, aún te quiero amor, pero porque te quiero se por cuáles razones ya no.
Extraño aquellos pequeños detalles insignificantes que una vez me hicieron entender porque te amaba a ti y a otros tantos no, porque te escogí para caminar, te di la mano y te dije:
- Quiero que seas mi amor. Y te amé, sin detenerme a pensar que querer tiene un precio.
Pero nada en la vida dura para siempre y tuve que aprender a manera de puñaladas que no todos amamos de la misma manera y me queda la tranquilidad de no ser yo quien rompiera un corazón, mientras tomo los pedazos del mio y lo armo, a veces debo tumbar las partes más quebradas y volver a empezar, pero es posible, no será el mismo, pero me prometí que no lo llenaría de veneno ni utilizaría el odio para pegar las partes más delicadas.
Se qué algún día lo terminaré de armar y hará falta una sola pieza; y aunque sienta su vacío ya no será vital. Pero hoy dueles, duele tu olvido, esa ha sido mi derrota, dejarte ir no era mi deseo, pero la vida da muchas vueltas y aprendí a querer a tu ausencia, porque encontré mi paz, la paz de que podía seguir sin ti, aunque aquí en mi corazón sienta que nadie ocupará aquel lugar que entre tú y yo construimos, hoy como siempre y al igual que en estos años puedes tener la seguridad de que te di todo el amor que tenía para dar, de la manera más pura, como solo se ama una vez en la vida. Y fue por eso amor que no quise darme cuenta de que no sentías lo mismo que yo, pero creí las palabras y ya no vale la pena juzgarnos porque nada de lo que se diga cambiará lo que se rompió, solo no repitas esa frase amor, esa que decía que yo cortaba las alas, porque si algo te dirá la vida con el pasar del tiempo, es que rompiste el hilo con el cual yo las tejía.
Pero el tiempo todo se lleva, el tiempo todo lo cura, no sé dónde voy a estar cuando un día miré atrás y me dé cuenta que ya no dueles, pero sé que será muy lejos de ti, mi vida. Y le diré al mismo viento que un día se llevó tantas palabras y promesas que fuiste la forma más linda y cruel de aprender que nada dura para siempre, que no podemos llenar vacíos ajenos, que la vida te da señales que debes acatar aunque tu terco corazón insista en querer luchar... en querer cambiar aquellos demonios que todos tenemos y nos hacen fallar.
Te amo en silencio un poco menos que ayer, un poco más de lo que lo haré mañana, fuiste la razón por la que un día le di gracias a el universo por mi capacidad de amar, por tocar el cielo a dos manos mientras te besaba, mientras te abrazaba y caminaba de tu mano, puede que hoy mire para un lado y ya no te vea, pero aun te siento y aunque a veces esas gotas resbalen por mi cara, hay sonrisas llenas de gratitud, entonces, la vida sigue...
Adiós amor, porque se que extraño lo que un día al juntarnos fuimos y de aquello hoy ya no queda nada, no se puede vivir en el abismo de un corazón roto, finalmente no me arrpiento de este amor, pero hoy elijo amarme a mí por encima de todas las cosas.
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