7.21.2011

El día en que te fui a buscar...

Sin saber la hora, yo te fui a buscar... Yo toque tu puerta, esperando encontrarte a través de ella, sólo quería verte, lo que yo sentía era casi igual a la gloria cuando acecha tu vida y quieres gritar prudentemente a un amigo, pero lo que vendría después, era el momento a lamentar, sí,  porque no encuentras a nadie más que a tu sombra, no te encontré a ti.


Media vuelta dí, si hubieses visto mi cara, la lastima y la compasión habrían estado  a flote alrededor de los dos, me fui a caminar por las calles de esta triste ciudad y ahí la encontré, se escondía en el viento, me miraba a los ojos, me abrazaba y me quemaba los huesos... Sé que ella te fue a buscar, después de que me robaras un trozo de mi alma, ella te miro a los ojos y se apoderó de ti, no te deseé la agonía, pero era lo que te hacía falta para darte cuenta que así no es la vida, soledad nos encontró...  


Que difícil querer dejar esto en el pasado, tal vez sería más fácil sí ese día no fuese hoy, ella te encontró a ti primero, te invadió el cuerpo, te martillo la mente y te carburo por dentro, conozco tus salidas, conozco tus lamentos, sé que escapaste de un modo pasajero... Yo sigo caminando bajo la lluvia de abril; caminar bajo ella puede traerme un resfriado, una crisis de hipotermia, en realidad podría llevarme directo a tu escape...

Son las 8:45 p.m., mirar al vacío es un buen ejercicio para distraerte, pero no para olvidar, yo no es que te quiera matar en mi lapso de recuerdos, sólo deseo seguir sin ninguna clase de remordimientos, ni siquiera el humo me opaca tu recuerdo, cada soplo que destruye mis pulmones se lleva algo de esta tristeza, pero cuando respiro de nuevo, me trae tu ausencia, la clava en mi alma, asfixia las ganas... extraño tu llamada, extraño tu cuerpo, tu rostro, tu voz, extraño el silencio de la habitación cuando mirabas mis ojos pidiendo perdón.


9:45 p.m, maldito seas tiempo, entre tantas veces que te he idolatrado, siento por primera vez que corres en mi contra, quisiera cerrar los ojos, que fuera mañana, que fuera un nuevo día, dejar el nudo de mi alma atado en la cama, escupirlo en la cara, hacer como si nada, pero tú, tiempo, vas lento, el tic tac me interroga, los segundos me incomodan, yo solía sentarme y te encontraba a mi favor, pero hoy decidiste tomar un descanso, después de todo también te agotas.


Vueltas, vueltas y más vueltas, el humo se ha hecho una nube, espero no sea la que cubre en lluvia la ciudad, en mi desespero por olvidarte, en las ganas de borrarte espero dormitar cerrar los ojos y pensar que todo es tan sólo un sueño y que cuando mis ojos vuelvan a abrir estés o no estés aquí yo pueda continuar los días sin ti.

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