La luna mágica

Ha pasado un tiempo considerado, desde la última vez que las palabras fluyeron de mis manos, todo se enfocó en el entorno académico, en experiencias, en vivir... Pero me perseguía la nostalgia de las letras que querían brotar, me preguntaba por qué nada fluía o sencillamente le echaba la culpa a la inspiración, vaya mentira si cuando esta fue pilar de mi escritura, las letras se fueron desvaneciendo poco a poco.

Los meses fueron pasando y a medida de que pasaban las letras se iban, era una sensación infame, sentir que algo se desprendía de mi piel, dolía, quemaba saber que solo el aspecto sentimental me llevaría a escribir de nuevo, sentía que nada me movía, que más allá de mis clases no existía nada, me mentía, existía todo, pero no me daba la gana exponerme ante el mundo para perderme otra vez y entonces pasó, eso que alguna vez juré no hacer, las palabras brotaron para escribirle mi furia a un amor que siempre supe imposible y lo odie, me traicioné, me dije. ¡MENTIRA!, la realidad me chocó.

Las letras volvieron hasta hoy, junto a una pregunta, ¿qué pasó?. Los cambios son duros, perder es casi la muerte, de ahí que querer volver a pelear en un mundo que cada día te dará un golpe peor, es cada vez menos inspirador, entonces me escondí, me refugié, tenía miedo de exponerme otra vez, de mostrar mi corazón, pero como nada dura, dí un paso adelante, levante la mirada y ahí estaba esa luna, indescriptible, hermosa, brillando como nunca, la gente pasaba sin mirarla, sin detallarla, entonces entendí que esa luna brillaba solo para mí o en su defecto solo yo pude ver algo encantador en ella.

Esa noche supe que todo podía cambiar, entonces el miedo volvió, las dudas, las preguntas,el silencio...

- Holaaa - Dijo alguien. Giré a mi derecha y la vi - Es hermosa ¿no? - Continuó ella
- Sí, lo es. refiriéndome a la luna, a su sonrisa y a sus ojos, por un segundo, solo por uno deseaba que ellos me miraran a mí así.

Todo fluyo, un café, un trago, otra sonrisa, un abrazo, un beso, un amor, su amor, mi amor.