Qué difícil es desaprender el chip del tiempo, ese que mide todo en días, meses, años para tener certezas... Ese que te llama a la prudencia o que le dice al miedo tienes razón.
Pero qué más da, a veces la culpa carcome cuando te das cuenta que el reloj no paró y no te atreviste a más, que la duda fue más fuerte. Y contigo no quiero ahorrarme nada.
Amo despertar los domingos a tu lado o saberte ahí el séptimo día de la semana. porque me ayudaste a darle vida a un día melancólico, que muchas veces te tumba en la cama y te cuestiona toda la existencia. Basta tu sonrisa, tu mirada o tu voz, para saber que junto a todo, estoy viviendo el momento que quiero vivir.
Quiero agradecerte por permanecer después de conocer mi peor versión, por ver mis demonios y elegir amarme, sé que no es fácil, estabas en todo tu derecho de huir, cómo yo misma quise hacerlo, pero sujete tu mano y aprendimos a persistir y a darle sentido a esa frase que dice que los amores cobardes no llegan lejos.
Y somos un acto de valentía, amarnos es un acto de valentía en un mundo que nos cuesta a diario, aquí o miles de kms más allá te voy a amar hasta que la vida diga que de alguna manera ya no está en mis manos estar junto a ti.
Te elijo de mil maneras y todos los días, porque amo quien soy estando junto a ti, lo que quiero ser, porque a pasos pequeños vivimos un amor gigante.
Te amo, mi #8.
